Antiguo (izquierda) y nuevo (derecha) aspecto de Google Maps.
Google ha sometido a su aplicación cartográfica, Google Maps, a un completo rediseño con la idea de hacer más fácil y cómoda la relación de los usuarios con los mapas interactivos.
En concreto, la compañía ha anunciado una serie de cambios visuales en Android, iOS y la versión de escritorio que dan a los mapas un aspecto más limpio, se destacan una serie de áreas de interés y establecen un esquema de color más sutil y equilibrado.
De esta forma han suprimidos elementos que no son necesarios como los contornos de carretera para conseguir «un aspecto más limpio que hace que sea más fácil ver la información útil y procesable como el tráfico y el tránsito», explica en un post Zhou Bailiang y Mark Li, desarrolladores de Google Maps. Además, también han mejorado la tipografía del nombre de las calles, puntos de interés, estaciones y otros hitos para navegar mejor en los mapas con menos distracciones.
Con el rediseño, también se incorporan a la aplicación las bautizadas como áreas de interés. Unas zonas que se determinan así por su gran concentración de restaurantes, bares y tiendas a través de un algoritmo, aunque en zonas de alta densidad -como Nueva York- utilizan un proceso de edición humano para asegurar una buena experiencia.
De este modo, a medida que el usuario explora el mapa se dará cuenta de las áreas sombreadas de color naranja son dichas áreas. Para encontrarlas basta con abrir Google Maps y mirar a su alrededor. Cuando el usuario encuentre un área sombreada, bastará con acercar la imagen para ver los detalles de cada lugar y pulsar sobre uno para obtener más información.
Otro de los detalles que Google Maps ha cuidado ha sido la asignacion de colores a diferentes lugares con una finalidad muy clara. De este modo los parques serán marcados en verde, los hospitales en rosa, los colegios en gris o las autopistas en amarillo, todo un nuevo código visual para hacer más cómoda la navegación en la plataforma.
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