Esta es la historia del director que perdió los 80 mil dólares del juicio que le ganó a la escuela de donde lo echaron. ¿Por qué? Por un posteo en Facebook de su propia hija.
Las redes sociales son para compartir. Pero cuidado, no hay que ventilarlo todo a través de Facebook o Twitter. Ésta podría ser la lección que una adolescente tuvo que aprender a un precio muy elevado.
Todo comenzó cuando Patrick Snay le hizo un juicio a la Escuela Preparatoria Gulliver, en Florida, donde trabajaba como director. Lo habían despedido por lo que él denunció como “discriminación por edad”. Tras largo meses de lucha legal, Snay ganó y se obligó a la institución a pagarle 80 mil dólares en compensación. Pero con una sola condición: que el arreglo no fuera divulgado fuera de la corte.
Aquí entra su hija y Facebook. Apenas pasaron unos días, la hija de Snay, Dana, escribió en su muro:
“Mamá y Papá Snay ganaron el caso contra Gulliver. ¡Gulliver ahora es el patrocinador oficial de mis vacaciones de verano en Europa!”.
¿Qué pasó? El comentario anuló el acuerdo y salvó a Gulliver de pagar los 80 mil dólares del arreglo.
Sigue a Pablo en Redes Sociales
Por: Pablo Petovel, Vuelo Digital