Robben, el mexicanolandés.

Por: Frank Estrada

La indignación nos provoca enojo, ira, descontento y en ocasiones nos provoca a ser agresivos.

En un partido de soccer, donde millones de personas lo vivieron con ilusión, nos hizo ver el lado oscuro del engaño y la mentira. Un jugador se tiró al suelo y eso provocó que millones de personas nos indignáramos.

Términos como tramposo, ratero, ladrón, incompetente, chtm, fueron los adjetivos que se le otorgaron a Arjen Robben, un jugador que en base a su habilidad burló las reglas de un partido y logró que la selección mexicana quedara fuera del mundial.

Resulta impactante como nos indignamos ante la burla, como nos desilusionamos ante la violación de reglas que nos perjudican, como nos enojamos con la situación y cambian nuestros estados de ánimo porque un extranjero se burló de nosotros.

Pero qué pasa con nuestras manifestaciones diarias.

Gozamos quebrantar las reglas, en la fila del banco buscamos a un amigo que vaya mas adelante para avanzar antes que los demás y salir rápido, presumimos un software que roba contraseñas de Internet, callamos cuando nos dan cambio de mas, nos pasamos semáforos en rojo, nos sentimos chingones cuando un tránsito intenta infraccionarnos y nos vamos sin sanción, conocemos todas las formas posibles de adquirir cerveza en horas clandestinas sin importar la molestias de los vecinos del lugar, ponemos ¨diablitos¨ en casas o negocios para evitar cobros excesivos, vemos como trofeo el comprar una película pirata evadiendo pagos a derechos de autor, buscamos afanosamente ser parte de algún fraude con beneficios económicos, políticos y sociales. La corrupción es una meta y no un lastre.

Repruebo la acción del jugador, lo hizo por que está permitido hacerlo.

No podemos exigir justicia cuando no la brindamos, que la trampa de Robben nos sirva de ejemplo de lo que no debemos hacer para caminar en armonía con una sociedad más justa.

Aprendamos del mexicanolandés y avancemos a las siguientes fases de la vida con honestidad.

Un comentario:

La FIFA ya debería tratar al fútbol soccer como un deporte moderno y no precario, aplicar medidas de revisión de jugadas sería benéfico y generaría justicia en el deporte más popular del mundo.

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